Empezamos la aventura teniendo que elegir un modo de juego. Disponemos de “Joven Aprendiz”, el básico, y de “Genio del Desastre”, que es como el primero pero con más puzles. Elegimos el segundo.
Nuestro nombre es Jase, somos un aprendiz en la escuela de druidas y nuestro objetivo en la vida es forrarnos de dinero. Pronto tendremos el examen de graduación y no lo tenemos claro, así que se nos ocurre colarnos en el despacho del Decano para ver si encontramos algún objeto que nos ayude a conseguirlo.
Una vez en el despacho, en principio, podemos ir mirándolo y probándolo todo o dejarlo para más tarde, como se quiera. Al pulsar la tecla “barra espacio” veremos todos los “puntos activos” de la pantalla. A la izquierda hablamos con la calavera en plan “Robín Hood”, que se llama precisamente “Robín Loot” (“Robín Botín”).
Como los textos no cambian ponemos su número, de arriba a abajo:1-1-1-2-1. A la derecha intentamos abrir el baúl sin éxito. De estos dos movimientos (y de otros más adelante) salen unas anotaciones que miramos en nuestro diario, situado en la parte inferior derecha de la pantalla. Empujamos la bola del mundo y el sillón.
Miramos las notas sobre la mesa sobre los requisitos de graduación y cogemos el tintero y la pluma. Cogemos el sacacorchos junto a la botella y el vaso. Hablamos con el espejo (“Pixa”) y elegimos las tres opciones de arriba a abajo. Miramos la estantería donde está la calavera y leemos todos los títulos de los libros. Nos quedamos con el “Libro de los Secretos” y abrimos la urna.
También miramos la parte inferior, leemos los títulos, abrimos el armario inferior, apartamos las revistas y, de debajo, cogemos un reloj de bolsillo. Lo miramos en el inventario, le quitamos la piedra verde y lo abrimos pulsando el botón superior. Lo miramos todo y cerramos. Volvemos a hablar con la calavera sobre: 1-1-2-1-1-2.
Usamos nuestra pluma en ella y le cogemos el gorro. Nos lo ponemos y nos convertimos en un mapache. Comprobamos ahora que con los iconos de arriba a la derecha podemos cambiar de forma.
Aun siendo mapache hablamos con el pez de la pecera (“Delmond”): 1-1-1. Volvemos a hablarle: 1-1. Olemos la mesa, cambiamos a la forma humana, leemos lo nuevo del diario y volvemos a mirar el símbolo central de la mesa. Usamos el sacacorchos en el palo central y lo giramos: derecha 4 veces, izquierda seis veces y derecha tres veces. (Derecha: flecha superior; izquierda: flecha inferior). Cambiamos al mapache para ver que hay dentro y luego a nosotros para poder coger la pipa y las tres piedras.
Automáticamente hablamos con la calavera, le damos al pipa y volvemos a hablarle. Cambiamos al mapache, subimos por la librería, empujamos los libros, el cuerno cae, cambiamos a nosotros y cogemos el cuerno. Lo ponemos en la cabeza del rinoceronte, lo empujamos y cogemos un pergamino de su boca, que leemos y quitamos una bola. En el inventario combinamos el pergamino con el libro y leemos el texto.
Volvemos a mirar la estantería, parte superior, cogemos las cenizas de la urna, usamos una parte ellas en el tintero y este lo usamos en el pergamino, para ver unas palabras destacadas de colores diferentes. Cambiamos al mapache y hablamos con el pez de todo. Cambiamos a humano y hablamos con el espejo diciendo primero “Wagne” y luego todo lo demás.
Volvemos a intentar abrir el baúl pero seguimos sin poder. Leemos lo nuevo del diario. Miramos la botella vacía, de nuevo hablamos con el espejo, pulsamos en la palabra nueva y automáticamente vamos a abrir el baúl usándolas frases “Chesty…” y “Begone!”.
Pero ahora es el loro el que no nos deja abrirlo. Cambiamos al mapache, subimos por la viga entre la mesa y el loro, pasamos por la lámpara e intentamos coger la botella, pero se nos cae y también caemos nosotros. De nuevo como humano y automáticamente cogemos la botella de vino y en el inventario la abrimos con el sacacorchos. La usamos en el cuenco de agua del loro, con lo que lo emborrachamos, y dice una frase. Miramos el baúl y ponemos las bolas por el orden del pergamino.
Aquí en siempre aleatorio, pero en el pergamino queda bastante claro. En nuestro caso quedan así:
Al final abrimos el baúl y resulta que solo está lleno de hierbas. El loro se pone a gritar, los vigilantes oyen sus gritos, entran y nos pillan.
Se supone que nos arrestan y a la mañana siguiente comparecemos antes el Gran Consejo de la escuela. Decimos todas las frases la primera vez y en la segunda parte decimos la primera, con lo que nos declaran culpables y nos expulsan.
Y ahora a esperar el siguiente capítulo.
© "Las Aventuras de D@®Do" (LLFB) - 2024
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