Somos una adorable ancianita llamada Rita que vive sola es su pequeño apartamento sin pisar nunca la calle. Alguien de fuera nos llama y contestamos pulsando la campanilla. Es Daniel, que nos trae el pedido del supermercado, pulsamos el botón del montacargas para bajarlo y lo volvemos a pulsar para subir el pedido, que llevamos a la mesa de la cocina. Cogemos el melón, el cuchillo y la escoba. En el baño cogemos el jabón.
Lo podemos mirar todo, en el inventario combinamos el cuchillo con el melón y nos lo comemos. Aparece una pelota por la ventana y la cogemos. Al lado del cojín del suelo cogemos una lima. Usamos la pelota en el montacargas para devolverla a los niños de la calle. Miramos por la ventana.
Volvemos a entrar, miramos la mancha del mantel y lo recogemos. En el inventario usamos la lima en el mantel. Salimos por la ventana y colgamos el mantel en las cuerdas. Después de una larga siesta despertamos ya de noche, salimos por la ventana, vemos que enfrente tenemos vecinos, cogemos el mantel y entramos. Usamos el mantel en el fregadero, le ponemos el jabón y ya lo tenemos súper blanco. Miramos por la ventana, lo tendemos y entramos para dormir.
Automáticamente al despertar salimos por la ventana y cogemos el mantel seco. En el inventario no tenemos nada. Entramos, contestamos por el interfono, cogemos la fresa sobre la mesa, la metemos en el montacargas y lo bajamos. Volvemos a pulsar el botón y aparece nuestro gato, Cross, Ahora tenemos la bañera llena de espuma y en el inventario un mantel de color gris. Salimos por la ventana y lo tendemos.
Entramos y cogemos otra vez la escoba y el cuchillo. Miramos al gato, que ha robado un calcetín del vecino y que no lo suelta. Cogemos el jabón y abrimos el grifo de la bañera, con lo que el gato sale corriendo y ya podemos coger el calcetín. Salimos por la ventana e intentamos usar el calcetín en el tendedero, pero no funciona. De nuevo dentro, tras varias charlas personales, volvemos a hacer la siesta y despertamos cuando ya es de noche.
Cogemos de nuevo el jabón, el cuchillo y la escoba, por si acaso. Usamos el cuchillo en la ventana y cotilleamos al vecino, que ya ha vuelto, sin ser vistos. Salimos por la ventana, miramos el humo y usamos el calcetín primero en el mantel, luego en la camiseta y finalmente en los pantalones, con lo que recogemos su ropa. De nuevo dentro, y en el inventario, ponemos el calcetín en los pantalones.
Contestamos al interfono y pulsamos el botón del montacargas para que baje. Lo volvemos a pulsar, cogemos la comida que nos manda Daniel y la ponemos en la cocina. Hablamos con Daniel que nos felicita el aniversario. Tras unos momentos más de charla personal y cuando vamos a mirar por la ventana nos vuelven a tirar la pelota, que queda pinchada en el cactus. Contestamos al interfono y cogemos la pelota y una espina del suelo.
Para variar, cogemos el jabón, el cuchillo y la escoba. Usamos el cuchillo en el hilo del globo tirante para cogerlo. También lo usamos en el hilo que cuelga para coger un trozo. En el inventario usamos el cuchillo en la espina, para hacerle un agujero y convertirla en una aguja, y le ponemos el hilo. Usamos el cuchillo en la pelota, le ponemos el globo dentro y lo cosemos con la aguja. Ponemos la pelota en el montacargas y miramos por la ventana para ver, por fin, al vecino, que resulta ser su hermana Gloria.