Conocemos a Óscar, que es un repartidor en camioneta, y empezamos la aventura pulsando en el vehículo para que salga de su última entrega. Ya es de noche y ha acabado su turno. Miramos el cerezo, el papel, abrimos el inventario y leemos la nota con el botón derecho del ratón. Vamos frente a la oficina de paquetería, cogemos la lata y la tiramos a la papelera. Entramos en la oficina, miramos el expositor de panfletos y, de la papelera, cogemos unas tijeras rotas.
Hablamos con la chica (para él es su “súper chica”) de todo (todas las frases conducen al mismo final) y cogemos el “isotómico”, que es una bebida energética de limón, de encima del mostrador (sobre verde). Vamos a salir y la “súper chica” nos habla. Miramos el póster y una vez fuera abrimos la puerta del garaje y cogemos la barra de metal y la cinta adhesiva.
Izquierda, miramos la rejilla y regresamos a la oficina. Cogemos el paquete sobre el mostrador y hablamos con la chica (primeras frases) para que nos dé un chicle. Salimos y vamos a la rejilla. En el inventario combinamos el chicle con la barra de metal, la usamos en la rejilla y conseguimos la llave. La usamos en la furgoneta (“trasto-neta”) para abrirla, la usamos (icono rueda dentada) y nos vamos.
Nos despertamos y vemos que estamos encerrados en una especie de amplia celda sin saber cómo hemos llegado aquí.
Vamos a recoger la página y la leemos en el inventario. Miramos el sumidero, el cadáver y cogemos las zapatillas. Miramos la mesa y, sobre ella, cogemos el libro y la revista (pasar las páginas con el botón derecho del ratón). Miramos las dos puertas. Examinamos el cadáver con todos los iconos y lo cogemos (en el inventario es el “muerto”). Detrás cogemos otra página. Miramos el libro en el inventario y cogemos una tarjeta.
Ponemos el muerto en el camastro superior, nos sentamos a su lado y nos caemos. Cogemos la página del suelo y también el gancho rojo y los pantalones. Usamos la tarjeta en la junta (parte superior de la grieta) de la puerta izquierda y se abre un panel. (Ahora tenemos la tarjeta del inventario rota). Tiramos las zapatillas al fluorescente y cogemos la tapa que cae al suelo. Nos desmayamos.
Despertamos en el salón de nuestra casa. Por la puerta derecha pasamos al baño y cogemos la taza del suelo. Izquierda dos veces a la entrada, izquierda otra vez a la cocina y llenamos la taza con pienso. Derecha y usamos la taza en el comedero, con lo que viene nuestro perro, Max, a comer. Oímos una voz en la cocina.
Vamos allá y miramos por la ventana. Miramos la nevera y la foto colgada en ella. En el inventario usamos la cinta adhesiva en la nota y la pegamos en la nevera bajo la foto. Pasamos al salón para recoger los platos sucios de la cena y cogemos el libro del suelo (“Origami”). Se cierra de golpe la puerta del baño y nos llevamos un buen susto.
Vamos a la cocina y dejamos los platos sucios en el fregadero. En el vestíbulo (entrada) cogemos el paraguas. Intentamos salir, vemos como un relámpago y volvemos a mirar por la ventana de la cocina. De nuevo vamos al salón y nos quedamos dormidos en el sofá.
Despertamos otra vez en la celda. Vamos hasta la rata, pero escapa. Usamos la tapa del fluorescente en el tubo superior de la tubería y la cogemos. Usamos el gancho rojo en la cerradura de la puerta izquierda y nos fastidiamos la mano. Cogemos el pedazo de tela de la parte inferior izquierda para vendarnos y vemos como un “flash”.
Usamos los pantalones en la cerradura de la puerta izquierda, usamos el tubo en los pantalones y conseguimos abrir la puerta. La pasamos y aparecemos en otra celda igual que en la que estábamos la primera vez, con cadáver y todo. Aquí acabamos la historia, y mientras van pasando los créditos, el autor piden que se envíen comentarios para poder hacer la segunda parte de lo que parece que será una trilogía.